¿Cómo llegué a las Constelaciones Akásicas?

De la misma manera que a los Registros Akásicos, espontáneamente. Estudié bastante acerca de las constelaciones familiares de Bert Hellinger, y estoy convencida de que hay una parte de canalización en como quiénes intervienen asumen el rol que les corresponde representando a una persona que nunca vieron.
Sin embargo, en mi propia vida, fue a través de los Registros que logré despejar mis vínculos familiares. Y en consulta, cuando me lo solicitan, lo realizaba como si fuera parte de un Registro Akásicos común. Pero no lo es.
Descubrí que las personas que tenían la información sobre su concepción, sobre los “contratos cósmicos” realizados, que comprendían por qué una madre o un padre habían actuado de tal o cual manera, y situaciones similares, lograban sanar de manera profunda e irreversible lo que estaba enquistado desde hacia, a veces, media vida.
Los conceptos de lugar, de orden, de buen amor, de honrar a que refiere Hellinger no tienen mucho que ver con las Constelaciones Akásicas.
Comprender. Aceptar. Asumir responsabilidad. Cambiar los patrones que dañan. Saber qué queda por saldar o si ya tengo “saldo a favor” y quedarme en ciertos roles genera una responsabilidad diferente. “Si esto ya está saldado, ¿por qué me quedo sufriendo, sintiéndome culpable? ¿Por qué no logro moverme de lugar, internamente, para tomar decisiones que me hagan bien? ¿Qué sean las mejores para mí en lo que yo vine a hacer en esta encarnación?
Nacer es el inicio. En dónde es el desafío y el aprendizaje. Comprender el mapa de mis vínculos actuales visto desde otro lugar, me permite reformularlos y vivirlos sin culpas, ni Órdenes. En la carrera de obstáculos de la vida, animarnos a Ser, abriendo nuestro potencial sin excusas ni modelos que no son propios, es el primer paso para comenzar a Vivir.
Escrito por Simone Seija
La Psi que hago Constelaciones Akásicas