La verdadera amistad no necesita proximidad o conversaciones diarias.
Porque no se publica… se vive.
La verdadera amistad no traiciona, es leal
No depende de la antiguedad, sino de la esencia de las almas
No pretende cambiarnos, nos quiere tal cual somos
Respeta nuestras decisiones, nuestras parejas, nuestra casa
Nos apoya aunque sienta que nos estamos equivocando
Y cuando se equivoca no duda en decir “Lo siento”
La verdadera amistad es un raro y preciado tesoro, pero existe…
En tanto la relación esté viva en los corazones, los amigos fieles lo son por siempre.
Porque tener un amigo verdadero es compartir vida con un ángel sin alas…
Bendiciones! por las verdaderas amistades… Nunca estamos solas…
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos
